Aitor Urrutia
Seguramente habrá oído hablar últimamente, en diversas ocasiones y por diversas causas, del fenómeno del envejecimiento. Algunas personas se refieren a él como el “problema del envejecimiento”, otras como el “fenómeno del envejecimiento”. Incluso, algunos responsables públicos han utilizado la estrategia de justificar ciertos recortes en momentos de crisis bajo la apariencia de necesidad por razones del envejecimiento.
Nosotros, vamos a acercarnos al envejecimiento como fenómeno. Porque así lo creemos y porque, además, para algunos, poca distancia existe para pasar del problema del envejecimiento a decir que los viejos son un problema, cuestión que ya adelantamos está muy lejos de ser verdad.
Concretamente, vamos a hablar del programa “entornos amigables con la edad”, “ciudades amigables”, lo que Naciones Unidas enuncia como “age friendly cities”.
El programa es una excelente propuesta como herramienta de trabajo para los municipios. Ayudará a todos los actores públicos y privados a analizar, reflexionar y actuar en su municipio en clave de envejecimiento activo y saludable.
Tres son a ojos de la OMS los pilares en los que se asienta el envejecimiento activo: la salud, la participación, la seguridad, pero nos gusta sumarle un cuarto pilar, el aprendizaje a lo largo de la vida.
El envejecimiento activo entra en la agenda europea por la puerta de la innovación, en la medida que es una oportunidad de ayudar para hacer frente a la crisis. El envejecimiento activo, en general, y el proyecto “entornos amigables” deben ser generadores de iniciativas innovadoras. Por eso, y sin ninguna duda, también aquí, nuestros mayores tienen mucho que aportar.
Ofrece en una metodología basada en: la Investigación para realizar un diagnóstico del municipio y para desarrollar una investigación cualitativa; la acción para crear un comité de expertos, para organizar foros de participación ciudadana y para intervenir en las áreas de mejora; y la participación de las personas mayores, de las administraciones públicas, personas voluntarias, proveedores de servicios… en definitiva, de toda la comunidad local.
Divide sus áreas de análisis en ocho partes: espacios al aire libre y edificios; transportes; vivienda; participación social; respeto e integración social; participación cívica y empleo; comunicación e información; y apoyo de la comunidad y servicios de salud.
Los municipios que se comprometen a trabajar en esta metodología, crean un grupo de trabajo, comienzan el diagnóstico y solicitan a la OMS incorporarse a la Red Mundial de Ciudades Amigables.
Un buen proyecto para generar nuevas dinámicas y promover nuevas sinergias en el ámbito municipal. Porque en este proyecto todos aportan y todos aprenden de todos. En definitiva, todos salimos beneficiados.
Quizás por ello permítanme hacer una llamada a la participación, porque si cree que no le afecta ahora por edad a usted, sepa que estas personas están abriendo el camino de las demandas que hará usted cuando llegue a ser una persona mayor. O simplemente cuando tenga una situación de discapacidad que le genere alguna dependencia.
Si quiere poner en marcha este programa, pregunte en la Universidad de Deusto que estaremos encantados de acompañarles en el mismo.
Aitor Urrutia, politólogo y responsable de transferencia de conocimiento de la Facultad de Psicología y Educación en la Universidad de Deusto
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[Publicado en Deia el 13 de julio de 2014]
15 de junio: Día Mundial de Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez
Ainara Arregi
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2006, el 15 de junio como Día Mundual de Toma de conciencia Contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez, y desde entonces, se celebra anualmente este día en defensa de los derechos de las personas mayores. Con motivo de ello, en GIZADIBERRI hemos recogido el testimonio de personas mayores como Jesús Orbe y Ramón Urrutia, médico e ingeniero jubilados, respectivamente, que nos han acercado su visión sobre el maltrato a personas mayores y nos han comentado algunas pautas a seguir para combatir el maltrato.
Gizalde, Bizkaia Gara, Batekin
En Euskadi, la tradición solidaria ha perdurado a lo largo de los años, con un crecimiento constante de la participación en actividades voluntarias. Según datos recientes, más del 17 % de la población ha participado en alguna forma de voluntariado en el último año, lo que significa aproximadamente 320.872 personas, demostrando un compromiso sólido con la construcción de una sociedad más justa y equitativa.