Joseba Zalakain
Uno de los elementos básicos que caracterizan el sistema de protección social vasco es la existencia de un sistema de garantía de ingresos sólido, equiparable en términos de cobertura, condiciones de acceso, objetivos y cuantías garantizadas a los que existen en la mayor parte de los países de Europa. Pionero en el Estado español y articulado fundamentalmente –aunque no sólo− en torno a la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), el sistema vasco de garantía de ingresos supone una apuesta decidida de la sociedad vasca por garantizar a toda la ciudadanía unas condiciones mínimas de vida; no debe olvidarse en ese sentido que Euskadi destina sólo a la RGI casi el 0,7% del PIB, frente a una media del 0,3% en la UE15.
¿Cuál es el impacto de la RGI en la sociedad vasca? Esta prestación reduce el número de personas pobres y, sobre todo, reduce la intensidad de las situaciones de pobreza. En 2014, según los datos de la Encuesta de Pobreza y Necesidades Sociales (EPDS) del Gobierno Vasco casi el 10% de la población vasca hubiera estado en una situación de pobreza real si no hubieran existido la RGI y las ayudas a la vivienda y de emergencia social que conforman el modelo vasco de lucha contra la pobreza. El impacto de esas prestaciones reduce esa tasa de pobreza hasta el 5,9%, con lo que el 3,7% de la población vasca abandona la pobreza gracias a la percepción de estas ayudas. Se trata, en total, de más de 80.000 personas. La pobreza se reduce en Euskadi casi en un 40% gracias a la existencia de este sistema de ayudas, debido, entre otras razones, a que está diseñada para atender a muy diversos colectivos: personas que nunca han tenido una vinculación estable con el mercado de trabajo, desempleados/as de larga duración que han agotado sus prestaciones contributivas, trabajadores/as pobres, inmigrantes en situación irregular, pensionistas con pensiones bajas…
No todas las personas que perciben la RGI consiguen sin embargo salir de la pobreza, debido en general a que la cuantía que perciben no es suficiente para superar el umbral de pobreza. Con todo, la intensidad de la pobreza que padecen estas personas –es decir, la distancia respecto al umbral de pobreza− se reduce de forma drástica, de forma que estas personas, aún sin salir de la pobreza, consiguen estar mucho más cerca de la línea que separa a los pobres de los no pobres. Por eso puede decirse que, gracias a la RGI, hay menos pobres en Euskadi y, sobre todo, los pobres son menos pobres.
Además, la RGI consigue reducir las crecientes tasas de desigualdad –sin esta prestación, la creciente distancia entre los pobres y las clases medias y altas sería aún mayor− y, frente a lo que se piensa, genera retornos económicos y crecimiento económico. Un estudio realizado por el Gobierno Vasco en 2011 señalaba que la existencia de la RGI tuvo como consecuencia la creación de casi 27.000 empleos. De ellos, unos 4.500 se relacionan con el impacto directo que la RGI tiene en el consumo y otros 22.000 en el mantenimiento de puestos de trabajo. Más aún, el estudio indica que el PIB de la CAPV sería un 2% inferior en ausencia de esta prestación, debido a su papel en lo que se refiere a la reducción de la pobreza. En el mismo sentido, el Gobierno de Navarra ha estimado que, de cada euro invertido en la renta de garantía de ingresos navarra (RIS), retornarían a la economía navarra 1,002 euros, y que por cada millón de euros destinados a la RIS se generarían en la industria, los servicios y la agricultura de Navarra en torno a 12 puestos de trabajo adicionales, debido al impulso del comercio y la producción local.
La RGI, en definitiva, ha sido eficaz para aquello para lo que fue diseñada: paliar las insuficiencias del mercado de trabajo, el mercado de la vivienda, el sistema de pensiones o el sistema de desempleo. Más allá del impacto directo en lo que se refiere al mantenimiento de los ingresos de una parte de la población, puede sostenerse que la política de garantía de ingresos ha tenido un éxito sustancial en Euskadi en la prevención de los procesos de empobrecimiento y desacumulación, lo que equivale a haber contribuido a situar a la mayor parte de la población vasca lejos de la frontera que implica dar el paso definitivo hacia la vida cronificada en la pobreza.
15 de junio: Día Mundial de Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez
Ainara Arregi
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2006, el 15 de junio como Día Mundual de Toma de conciencia Contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez, y desde entonces, se celebra anualmente este día en defensa de los derechos de las personas mayores. Con motivo de ello, en GIZADIBERRI hemos recogido el testimonio de personas mayores como Jesús Orbe y Ramón Urrutia, médico e ingeniero jubilados, respectivamente, que nos han acercado su visión sobre el maltrato a personas mayores y nos han comentado algunas pautas a seguir para combatir el maltrato.
Alzheimerra, lehentasun soziosanitarioa
Koldo Aulestia
Alzheimerrari heltzea osasun publikoaren lehentasuna eta lehen mailako arazo soziosanitarioa da. XXI. mendeko epidemia isil handia bihurtu da, eta edozein sistema soziosanitarioen iraunkortasunerako erronka handia.