TODOS NUESTROS DERECHOS COMO CIUDADANAS

Naiara Larrakoetxea

La federación Euskal Gorrak aglutina a las asociaciones de personas sordas de Euskadi, que actualmente, son cinco: Arabako Gorrak, Basauriko Gorrak, El Botxo, Gipuzkoako Gorrak y Coorvisor. Cabe destacar, y debemos decirlo con orgullo, que el movimiento asociativo de personas sordas cuenta con una historia de más de cien años de trabajo conjunto y corresponsabilidad comunitaria. A pesar de las dificultades, de las épocas difíciles y de las barreras que encontramos las propias persona sordas, nuestra lucha siempre encabezado por las propias personas sordas; somos nosotras mismas quienes decidimos nuestro futuro con nuestro esfuerzo e ilusión, la autorrepresentación como pieza clave y a través de la participación en las asociaciones y la federación, como guía de todas ellas.

Nuestra federación tiene un triple papel, por un lado, aglutina y coordina a las asociaciones y además realiza una labor reivindicativa y política, defendiendo y reivindicando los de rechos de las personas sordas. Además, mejoramos la calidad de vida de las personas sordas, a través de recursos, actividades, servicios y eliminación de las barreras de comunicación para conseguir nuestra integración. El objetivo final es que todas las personas sordas en su gran diversidad, podamos tener una vida digna, en igualdad de condiciones para con el resto de la ciudadanía.

Para ello, es condición sine qua non el respeto a nuestra identidad, valores, y a nuestra lengua. La lengua de signos es una de las piedras angulares sobre las que se construye la identidad de las personas sordas en tanto que minoría sociolingüística. Las personas sordas necesitamos de la sociedad un firme compromiso para con nuestros derechos linguísticos ya que son en nuestro caso, la puerta de entrada al resto de derechos fundamentales, ya que sin lengua de signos no podemos acceder a la información, a una educación de cali dad, sanidad… todos nuestros derechos como ciudadanas se asientan sobre la lengua de signos.

La lengua de signos está oficialmente reconocida en todo el estado a través de la Ley 27/2007, así como a nivel internacional a través de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. A pesar de ello, las personas sordas seguimos sufriendo discriminaciones todos los días y tenemos (tanto nosotras como la sociedad) mucho trabajo por delante para alcanzar el estatus y el nivel de reconocimiento social del que disfrutan otras lenguas. Como lengua minoritaria, la lengua de signos sigue estando relegada a un papel secundario en ámbitos como el educativo, la administración pública, servicios y recursos. Pero posibilitar el acceso a todos ellos en lengua de signos es lo que nos da independencia, autonomía y nos empiedra como personas sordas, pudiendo utilizar nuestra lengua sin limitaciones impuestas.

Posibilitarlo está en manos de todos y todas, respetando nuestras diferencias en tanto que minoría sociolingüística, apoyando las reivindicaciones, escuchando de primera mano a las propias personas sordas, aprendiendo lengua de signos… cada signo de apoyo cuenta y nos ayuda a construir una sociedad en la que las personas sordas vivamos libremente.

Por todo ello, septiembre es un mes importan te para nosotras. Tras una semana de reivindicación y sensibilización, las personas sordas de Euskadi salimos a las calles y nos manifestamos para celebrar nuestra lengua y comunidad, pero sobre todo para reivindicar y defender nuestros derechos lingüís ticos, que posibilitan que vivamos en igualdad de condiciones, sin discriminación y con una vida digna como el resto de la ciudadania.

En 2023 las personas sordas de todo el mundo, diferentes ciudades e idiomas, nos hemos unido bajo un mismo lema "Por un mundo donde todas las personas sordas en cualquier lugar, puedan signar libremente".