Saioa Baleztena
Fundador y director de la metodología Integra Sons
Nació en Buenos Aires en 1979, y en 2007, después de haber ejercido de profesor de música en su ciudad natal,aterrizó en Barcelona, para dar forma a su vocación: Transformar la sociedad a través de la música.
¿Por qué escoges Barcelona como cuna de Integra Sons?
Quería formarme para poder llevar a cabo todos los proyectos que a mi me apasionaban. En esa búsqueda tenía cuatro posibilidades: Finlandia, Estados Unidos, Madrid y Barcelona. Estados Unidos lo descarté rápido, por una cuestión cultural. Argentina ha absorbido suficiente de la cultura americana, y por tanto, no me llamaba la atención. De hecho, en un principio Finlandia fue la mejor opción, porque era el máster más profesional, pero era demasiado largo y muy teórico. Yo soy más práctico y necesitaba ponerme en marcha lo antes posible. Finalmente, entre Madrid y Barcelona no me lo pensé dos veces: Mi familia había vivido en Madrid durante cinco años y no había logrado adaptarse. Además, yo conocía Barcelona, y sin duda, a nivel de gestión cultural, es una ciudad que tiene más experiencia.
Pero, ¿Cuándo y cómo decides crear un proyecto de transformación social?
José Antonio Abreu fue el disparador, porque encontrarlo me ayudó a reconocerme. Tuve el privilegio de conocerlo, y la verdad es que en muy poco tiempo hubo una conexión espiritual, teníamos muchas cosas importantes en común. Hablo de un señor que revolucionó la inclusión social a través del arte, y me atrevo a decir que fue él quien me ayudó a entender la música como elemento de desarrollo social. Nos diferenciamos por las metodologías que impulsamos, pero después de los últimos años de experiencia, hoy puedo decir que Integra Sons es un hijo de la metodología de Abreu.
¿Cómo recuerdas el primer concierto de Integra Sons?
Fue en Hospitalet de Llobregat, con 50 niños de la escuela Pere Lliscart. Mirándolo con perspectiva me doy cuenta de que fue la primera vez que apliqué la metodología sin saber que lo estaba haciendo. Me lo tomé con mucho cariño, dediqué un presupuesto de 1.500 euros y con eso hice un curso de cuatro meses con profesores, instrumentos, etc. Estaba muy ilusionado, llegué a la escuela y lo primero que hice fue ver los instrumentos con los que contaba. Hice un inventario, y empecé a trabajar muchísimo en la parte metodológica. Ahí posiblemente apliqué todo lo que había aprendido en el máster.
¿Cuáles son los instrumentos que utilizas?
Tenemos instrumentos de todo el mundo. En aquella época me encontré con muchos instrumentos Orff –instrumentos divididos en dos grupos: de láminas y pequeña percusión– y todo quedo muy condicionado. De todas formas, el método Orff, tal y como se practica hoy en España está muy lejos de lo que Carl Orff diseñó…
Actualmente, ¿Mantienes la misma familia de instrumentos?
Sí, pero hemos incluido una familia más: el factor social del proyecto. De esta manera los niños pueden participar de igual a igual en cada orquesta. El factor creativo es mucho más teórico en el método Orff, y en cambio, nosotros lo llevamos hasta el extremo, sin miedos ni prejuicios.
¿Cuál fue la respuesta que tuviste por parte del profesorado en tus inicios?
Viví una experiencia inolvidable. Un día antes del concierto, después del ensayo general, la directora de estudios me citó, muy preocupada, y me comunicó que creían que el concierto no iba a salir bien, que le sabía muy mal, pero que hablarían con el centro porque lo que habían visto no les convencía. Yo las miré, y les dije que no se preocuparan, que todo iba a salir bien. Sobre todo, porque esa actitud demostraba que no confiaban ni en mis capacidades ni en la de los niños, así que ellas me hicieron caso, y finalmente el concierto fue un éxito total. Fue mágico, y el reconocimiento era desproporcionado. Los mismos que habían cuestionado la orquestra reconocieron, incluso, que había sido uno de los aprendizajes más importantes de su carrera profesional.
Y, ¿Cómo respondieron los niños?
Al terminar el concierto salí al patio y vinieron como 20 niños corriendo a abrazarme, felices, hasta tirarme al suelo... Me regalaron un libro con los dibujos y escritos de cada uno de los niños que habían participado, y para mi fue muy emocionante.
Integra Sons hizo su segunda parada en Badalona. ¿Qué te aportó?
A través del Consoci de Badalona Sud me formaron en el tema comunitario, y por primera vez, entendí la importancia de trabajar comunitariamente. Hasta entonces, yo estaba centrado en el aspecto teórico, y sin embargo es imprescindible entender la relevancia de la participación comunitaria en cualquier proceso creativo. Esto es vital y lo aprendí allí.
De Badalona a Barcelona capital. Podemos decir que actualmente, el barrio del Poble-sec es uno de vuestros núcleos duros...
El Poble-sec ha sido la cuna de Integra Sons. Después de las experiencias en Hospitalet y Badalona, presenté mi propuesta en tres centros del Poble-sec. Tenía claro que la metodología Integra Sons tenía mucho sentido en este barrio. Por lo tanto, empecé a dar sesiones en dos cursos de la escuela Jacint Verdaguer, en uno de Carles I y en dos más del IES Consell de Cent. Sin darme cuenta, a través de esta experiencia tomé contacto con todos los niños de cuarto, quinto y sexto de primaria, y primero y segundo de la ESO del Poble-sec.
Poco después, la orquesta del Poble-sec tomó la suficiente fuerza como para crear sesiones extraescolares. ¿Te lo esperabas?
Fue una proceso natural. Las sesiones que llevamos en todos los centros del barrio fueron un éxito y la demanda crecía. Además, una cosa es hacer un curso de 8 o 10 sesiones, y otra muy diferente, es convertirlo en una actividad extraescolar. Sobre todo, teniendo en cuenta el perfil de los niños y niñas del Poble-sec. Desde el momento que lo convertimos en actividad extraescolar comenzamos a hablar de inclusión social. Comenzamos a generar hábitos de trabajo en estos niños, que si no estuvieran en Do d’Acords, estarían en la calle, con todo lo que ello conlleva.
¿Cuál es la clave para llevar a cabo un proyecto de inclusión social?
Hay tres tipos de impacto: Los proyectos de corto plazo, los proyectos de impacto y de los de inclusión social. La diferencia es brutal, enorme, y nosotros la reforzamos cuando convertimos la orquesta del barrio en una actividad extraescolar. Es decir, no es sólo que los alumnos tengan el doble de sesiones, sino que en la práctica la transformación de estas personas se multiplica hasta cinco o seis veces. Es importante tener en cuenta los hábitos de las personas con las que trabajamos. De forma que a través de Integra Sons, la música pasa a ser una actividad central en sus vidas.
¿Cuál es el perfil de las personas que integran las orquestas?
Actualmente tenemos cuatro orquestas y cada una tiene sus particularidades, pero a nivel macro existen tres criterios básicos. El primero responde a las necesidades cognitivas y afectivas. Es decir, seleccionamos a los niños que tienen problemas de aprendizaje a nivel de atención, concentración, autoestima y de comunicación. El segundo, el de la situación socio-económica de la familia y la escuela. Nos interesan los niños que no tienen posibilidades económicas para hacer más actividades a nivel extraescolar. Y el tercero, finalmente, aunque son la minoría, formarían los niños que tienen altas cualidades para la música pero, sin embargo, no tienen posibilidades económicas.
El reto es que los niños y niñas encuentren en Integra Sons todo aquello que no tienen en su día a día
Pero, ¿quién selecciona a los participantes de las orquestra?
Son los propios centros educativos quienes eligen y derivan a los integrantes de cada orquesta. Previo paso yo acudo a las escuelas para explicar el proyecto y conocerlos, pero es especialmente importante que las personas que escojan a los niños sean gente que los conozcan. Esto garantiza que el aval de las escuelas sea real: Los centros implicados hablan del proyecto con sentimiento e implicación.
La metodología Integra Sons, pretende invertir el modelo educativo que predomina en la sociedad actual, y lo consigue. ¿Cuáles son los resultados?
El reto es que los niños y niñas encuentren en Integra Sons todo aquello que no tienen en su día a día. La educación es mucho más que un simple plan de estudios. Es imprescindible trabajar sobre valores, y el día que perdamos de vista esta manera de entender la vida, todo lo que hacemos perderá sentido. Es impresionante ver cómo personas que han crecido en entornos totalmente diferentes llegan a entablar una conexión tan especial a través de la música.
Ahora se cumplen cuatro años desde que creaste la primera orquesta. ¿Hasta qué punto has notado cambios en los niños con los que trabajas?
El cambio es brutal, sobre todo ganan en autoestima. Muchos de los niños han obviado sus cualidades hasta que se han subido por primera vez a un escenario. El aplauso sincero es la mayor recompensa, sobre todo, cuando viene de sus padres. Hemos visto que la vida de estos niños cambia con el simple hecho de que sus padres acudan a verlos al concierto.
La educación es mucho más que un simple plan de estudios
En Barcelona actualmente hay un conflicto abierto porque las instituciones públicas invierten más en turismo que en proyectos sociales. ¿Cómo sobrevive Integra Sons en este contexto?
No me siento identificado con las decisiones políticas que se están tomando en Barcelona en los últimos años. Pero como profesionales, estamos aprendiendo a acercarnos a estos extremos. De todas formas las instituciones públicas han de ser conscientes de la relevancia de iniciativas como Integra Sons.
¿Cómo se financia Integra Sons?
Hasta ahora creíamos que la administración pública era el verdadero apoyo de este proyecto, y de alguna manera lo es, no quisiera despreciar su esfuerzo porque, al fin y al cabo, es el único medio con el que contamos para tirar adelante. La Fundación La Caixa, por otra parte, nos ayuda puntualmente, pero básicamente es el equipo el que mantiene vivo este proyecto. De todas formas, para continuar creciendo y ayudando a más familias, requerimos del compromiso del sector público y privado.
¿Ves posible que la metodología rompa las fronteras de Catalunya?
Nuestro primer objetivo es, principalmente, consolidar los proyectos existentes. Actualmente tenemos todo como para que el proyecto siga creciendo en el número de integrantes, es decir, sería un proceso natural. De todas formas el crecimiento no nos obsesiona. Para mi lo más importante es tener una estructura consolidada en Catalunya.
Para acabar, habéis contemplado la posibilidad de difundir la metodología Integra Sons desde el punto de vista formativo?
En Italia tenemos un antecedente importante. Hicimos cuatro cursos intensivos que funcionaron muy bien. Llevamos a cabo una presentación y una prueba piloto, repartiendo el material y haciendo cursos intensivos. Actualmente no descartamos hacer más, incluso en el País Vasco. Por este motivo, es importante que los responsables de los sectores público y privado, entiendan que si el día de mañana Integra Sons se ve obligado a emigrar por falta de apoyo, los responsables solo serán ellos, con nombres y apellidos. Han de ser conscientes de que si no invierten en proyectos sociales, toman una mala decisión. De todas formas estoy convencido de que todo irá bien. Confiamos en ello para poder formar una estructura capaz de llegardonde sea.
15 de junio: Día Mundial de Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez
Ainara Arregi
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2006, el 15 de junio como Día Mundual de Toma de conciencia Contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez, y desde entonces, se celebra anualmente este día en defensa de los derechos de las personas mayores. Con motivo de ello, en GIZADIBERRI hemos recogido el testimonio de personas mayores como Jesús Orbe y Ramón Urrutia, médico e ingeniero jubilados, respectivamente, que nos han acercado su visión sobre el maltrato a personas mayores y nos han comentado algunas pautas a seguir para combatir el maltrato.
Alzheimerra, lehentasun soziosanitarioa
Koldo Aulestia
Alzheimerrari heltzea osasun publikoaren lehentasuna eta lehen mailako arazo soziosanitarioa da. XXI. mendeko epidemia isil handia bihurtu da, eta edozein sistema soziosanitarioen iraunkortasunerako erronka handia.