Marian Gerrikabeitia: “La generosidad de la gente con la que he trabajado es probablemente de las cosas que más me han impactado”

Ainara Arregi

Después de trabajar durante muchos años como locutora en radios como Cadena SER, Radio Euskadi y Onda Cero, y posteriormente en televisión como presentadora de magazines, guionista, realizadora, subdirectora y directora de diferentes proyectos para Canal Bizkaia, Euskal Telebista, TVE o Tele5, Marian Gerrikabeitia dirige su nueva película documental: ‘¿A dónde vamos?’, un trabajo audiovisual que nace de la curiosidad por saber qué nos vamos a encontrar cuando lleguemos a mayores.

Cómo nace el documental?
La idea inicial, en realidad, era hacer una pieza de danza con una coreógrafa, que como no salió, derivé la parte audiovisual a un documental. De lo que se trataba era investigar un poco con qué nos vamos a encontrar cuando seamos mayores. Quería responder a todas las preguntas que me pasaban por la cabeza como ¿Cuando llega la vejez?, ¿Qué pasa cuando te jubilas?, ¿Cómo será mi cuerpo?, ¿Tendré amigos?, ¿Habrá sexo?...

¿Cuál ha sido el testimonio que más te ha impactado de todo el documental?
El testimonio que más me ha impactado del documental no está en el documental. Fue un contacto que tuve con los mayores, previo  a ¿A dónde vamos?. Antes de pensar en la pieza de danza, tuve que hacer un proyecto para la televisión. Un trabajo que pretendía ridiculizar las personas mayores, buscando la risa fácil y que, por suerte, no llegó a pantalla. Así, tuve contacto con las reuniones anuales que las personas mayores tenían en lo que entonces era la Casa Vasca. Allí, una mujer me explicó que no entendía lo que había pasado con ella en la vida: había hecho todo lo que, se suponía, debía de hacer para llegar a ser alguien. Todo aquello que sus padres le habían dicho: estudiar, llegar a casa a la hora indicada, ser formal, no andar errada por la vida, etc... Y sin embargo, llegó a mayor y estaba sola. Me lo explicaba entre lágrimas... Posteriormente, ella no quiso participar en el documental. A parte de esto, también me impactó como las personas mayores ven la muerte.

¿Hay algún tema que no hayas tratado en el documental?
Creo que el documental toca bastantes temas. Sinceramente, ahora no sabría decirte cual, porque no hay nada que haya dicho: “qué pena, me lo dejé fuera”. Hay que tener en cuenta que el espectador verá el resultado de más de 24 horas de rodaje. Hay muchas cosas que se han tratado y que no han podido entrar  por el metraje de la película.

¿Cuál ha sido el tema más complicado o en el que menos se han querido “mojar” los protagonistas?
La generosidad de la gente con la que he trabajado es probablemente de las cosas que más me han impactado. No han rehuído, prácticamente, en nada. Lo más complicado era reflejar la soledad. Porque la gente mayor no quiere decir que está mal. Eso me trajo muchos quebraderos de cabeza, en el sentido de cómo abordarlo, pero gracias a las palabras de Maite Martín y otras personas que están en el documental, se necesita muy poco para dejar claro lo que pasa.

¿Ha sido fácil encontrar a las personas que han posado desnudas?
No. Tuve que buscar mucho, aunque a la gente le pueda parecer fácil. Tampoco la grabación ha sido fácil.

¿Cuál ha sido para ti el mayor aprendizaje?
Al margen de lo que pueda suponer hacer un documental, que siempre te enseña cosas, el mayor aprendizaje ha sido cada una de las charlas que he tenido con las personas mayores. Porque cada una tiene verdades tan grandes que te regalan lecciones. Cuanto menos, internas, para mi vida.

¿Crees que la imagen que tiene la sociedad de las personas mayores coincide con la realidad?
No, para nada. Existe una imagen generalizada de los mayores que se ha expandido, y existe una vida callada que los mayores tienen. Y, sin duda, la imagen no se corresponde, en la mayoría de las ocasiones, con la vida que ellos tienen. Primero, porque son más válidos. Segundo, porque ellos tienen una vida mucho más activa. Creo que es más la sociedad la que se encarga de apartarlas y de no contar con ellos. Está claro las ciudades que cuentan con las personas mayores, funcionan emocionalmente mejor. Por todo ello creo que la idea que se tiene, es bastante equivocada. Desde afirmaciones como que no tienen sexo, hasta que siempre se están quejando o no sirven para nada. Hay una imagen equivocada.


¿Crees que los medios de comunicación hemos generado un imaginario que no corresponde con la realidad?
No creo que sea responsabilidad de los medios de comunicación, solamente... Los medios cuentan las cosas a su manera, sobre muchas de las cuestiones que suceden diariamente, en líneas generales. Pero los medios de comunicación, simplemente han contribuido en lo que es una creencia popular. Aunque luego se hacen eco de cosas “modernas”. Ahora, por ejemplo, la última portada de VOGUE Italia es Laure Hutton, una actriz modelo, sin retoques, supuestamente, que tiene no sé si 80 años. Lo venden como si esto fuera un logro social. Que una persona mayor sea portada de la biblia de moda, como característica de transgresión, me parece un poco fuerte. Desde mi punto de vista lo único que trasgreden con esta portada son sus propias normas.

¿Cuando llega la vejez?
No tengo ni idea. Cuando hay un deterioro físico y mental. Pero la realidad es que la vejez está en la mentalidad y el espíritu de cada uno. Al margen de la consideración social, claro. Porque imaginemos que la sociedad decide tener un porcentaje del trabajo dedicado a las personas mayores, yo creo que mucha gente mayor trabajaría. Yo sería una de ellas.  

¿Cómo te ves tú de mayor?
–Risas– No sé. Activa y risueña. Espero que con salud durante mucho tiempo.

¿Tienes en mente algún otro proyecto, de índole social, parecido a este?
Hay alguna cosa que me ronda la cabeza, la verdad, relacionada con los jóvenes... Creo que hay una conexión entre los adolescentes y las personas mayores. Los adolescentes son muy esponjosos para escuchar muchas de las cosas que las personas mayores tienen que contar. Me parece que tienen un futuro incierto y de repente tengo como un bichito que está asomando la cabeza. Pero bueno, estoy preparando un documental sobre el escritor de Donosti, el poeta Karmelo C. Iribarren. Que precisamente es una persona que conecta mucho con las gente joven y escribe muy bien. Estampa versos como puñaladas a la vida.