Ainara Arregi
EDURNE JAUREGI gerente de COCEMFE NAVARRA (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica) hasta el pasado mes de diciembre, nos acerca la realidad de Navarra en cuanto a la situación de las personas con discapacidad en la Comunidad Foral.
La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, pide que un 1 % de los Presupuestos Generales se destine a un fondo estatal para accesibilidad universal, y que se destine anualmente a inversiones en obras públicas e infraestructuras y nuevas tecnologías y sociedad de la información. Lo solicitó en un documento dirigido a los partidos políticos con motivo de las elecciones del 23 de julio, y en el que se recogen 35 medidas para promover la plena inclusión y la participación social de las personas con discapacidad física y orgánica. ¿Nos podría decir cuales son algunas de esas medidas?
Los derechos de las personas con discapacidad se están vulnerando día a día. Por eso es importante la incidencia política que tanto por COCEMFE como otras entidades de la discapacidad hacemos. Y también es verdad que los temas son redundantes año tras año. Yo llevo trabajando en COCEMFE Navarra 16 años, y creo que muchas veces repetimos los temas a tratar, y aunque si se ve que se van dando pequeños avances, nos gustaría que los avances se dieran más rápido. Por ejemplo, la LISMI (Ley de Integración Social de los Minusválidos) de 1982 establece que todas las empresas públicas y privadas españolas cuya plantilla (cómputo total de empleados independientemente del tipo de contratación) sea de 50 o más trabajadores deben tener una cuota de reserva a favor de las personas con una discapacidad igual o superior al 33 % correspondiente al 2 % de la plantilla. A día de hoy, esta ley se incumple. Este es un detalle que hace pensar que las personas con discapacidad son personas de segunda clase.
En cuanto a temas relacionados con la discapacidad se incumplen leyes y parece que no pasa nada. Esto también lo vemos en la accesibilidad. Desde 2007, los servicios, productos tienen que ser accesibles, y esto se incumple de manera reiterada. Por eso, los puntos que destaca COCEMFE van en los grandes bloques de casi siempre, que son la accesibilidad, la educación inclusiva y la vida independiente que son sobre lo que gira la vida. Por ejemplo, si en el desarrollo educativo, no tienen los apoyos necesarios para llevar a cabo la enseñanza, o no cuentan con el personal de apoyo, o la clase no está adaptada, e incluso, en las excursiones y todo lo que tiene que ver con la socialización no se adaptan a las personas con discapacidad, estas se van quedando atrás. Y si nos vamos quedando atrás en el proceso educativo, en el acceso laboral partes de otro punto diferente al de las personas que no tengan discapacidad. Y ya si eres mujer y/o vives en zonas rurales, la situación de exclusión se va incrementado. Y no podemos olvidar, todo lo relacionado con el género; las tasas de violencia de las mujeres con discapacidad es muchísimo mayor y está bastante invisibilizada. Nosotros hicimos en Na varra un estudio donde se hablaba de las rutas generales y específicas de la violencia, y del estudio se concluyó que eran procesos de violencia mucho más graves, es decir, más violentos durante más tiempo, y por otra parte, existe una variable que es que puedes tener la discapacidad a causa de la violencia. Esto, hasta hace poco, en la macro-encuesta nacional no se visibilizaba.
Por otra parte, está el tema de las rentas; los gastos que supone tener una discapacidad estamos hablando de 30.000 € a 40.000 € al año sin grandes necesidades de apoyo, y sí son con grandes necesidades pueden ser hasta 80.000 € anuales. Esto supone una merma en la renta familiar, a lo que hay que añadir que, generalmente, las mujeres de esa familia dejan de trabajar para cuidar a las personas. Entonces, todo eso implica una pobreza familiar, femenina y estructural, así a grandes rasgos.
Por último, para nosotros un ámbito muy importante es la coordinación que tiene que haber entre los distintos sistemas, es decir, el sistema sanitario y el sistema educativo. Una de las grandes reivindicaciones es, por ejemplo, que toda la chavalería con discapacidad en verano, al no haber educación, se dejan de hacer las terapias, y estos dos o tres meses de verano supone una merma para muchos ellos. Si hubiera una coordinación más estrecha entre los distintos servicios públicos, yo creo que se podría llevar a cabo sin ningún problema, pero muchas veces la integralidad de las personas se queda perdida y eso tiene un impacto en las personas.
Con el nuevo baremo para valorar la discapacidad, ¿Crees que se conseguirá que las personas con discapacidad puedan ejercer sus derechos en plenitud? ¿Qué debe mejorar para ello?
Ha habido una mejoría de enfoque, que no es poco, a nivel de que está más alineado con lo recogido en la Convención de los derechos de las personas con discapacidad. Este nuevo baremo establece un modelo de interacción; en el antiguo modelo la responsabilidad siempre recaía sobre la persona; ella tenía el problema y ella tenía que ver cómo se las gestionaba, y ahora, con el nuevo baremo de valoración, se hace una valoración de la discapacidad desde la interacción, va más allá de las dificultades físicas, orgánicas o mentales, y se tiene en cuenta cómo tú te desarrollas en las actividades de la vida diaria, qué dificultades tienes, en qué entorno vives y qué productos de apoyo tienes para realizar. Y, además, ahora también se tiene en cuenta la valoración de la propia persona. Existe un cuestionario que deben rellenar las personas, con las que se recoge su propia valoración.
Todo esto es la teoría, y estamos satisfechos porque se ve un avance en ese enfoque. Además, atiende a otras cuestiones que hasta ahora no lo hacía, como son la fatiga, el dolor cróni co y todo el tema de las enfermedades exoesqueléticas. Ahora todo eso se recoge más detalladamente, pero estamos un poco a la expectativa de ver en qué se resuelve concretamente. Para ver a grandes rasgos lo que supone el cambio, igual, tendrán que pasar unos 10 años, porque tenemos todos los "ingredientes" para el cambio, pero hay que ver en qué se concreta todo esto.
Navarra, al igual que Euskadi, siempre ha sido ejemplo a seguir en políticas sociales. ¿Qué es lo que desde COCEMFE creéis que debe mejorar en Navarra para la plena inclusión de las personas con discapacidad?
En 2023 en Navarra hemos tenido un gran cambio, porque hemos desarrollado la Ley de Personas con Discapacidad, que ha supuesto un gran hito en la Comunidad Foral, sobre todo por cómo se ha hecho esa Ley, ya que ha sido un proceso participativo. En esta nueva Ley hemos cambiado el enfoque que lo hemos adecuado más a lo que recoge la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Esperemos que no se trate de una Ley que se quede en el cajón, y se adecue con planes de acción, planes estratégicos, y sobre todo, con presupuesto.
En el caso de Navarra, la prestación de asistencia personal podemos decir que es una de las más innovadores del Estado, pero sólo 50 personas reciben esta ayuda de las 41.000 personas con discapacidad que hay en la Comunidad Foral, y en este sentido, queda mucho por hacer. Este año también hemos unificado el sistema de las tarjetas de aparcamiento de las personas con discapacidad, y a partir de ahora, todos los municipios cuentan con la misma normativa específica y una base de datos común.
Por otra parte, en cuanto a la valoración de la discapacidad, hemos pasado de 3.000 a 9.000 solicitudes al año, con lo que ello conlleva retrasos de entre 9 y 10 meses en la dar una resolución. Con los mismo recursos es imposible dar respuesta a todas esas solicitudes, por lo que, es necesario dotar de recursos para ello a la administración. Las situación de las personas con discapacidad en las zonas rurales también es un tema clave porque si en Pamplona y comarca la situación es difícil, aún lo es más en zonas rurales. Por lo demás, la situación de inclusión de las personas con discapacidad, son situaciones generales que se dan en otras comunidades, como son, dificultades para acceder al empleo, el tema de la accesibilidad, la inclusión social en los centro educativos, etc. Y en todo esto es clave contar con los apoyos necesarios, tener capacidad en la toma de decisiones de las personas, y que tuviéramos una sociedad accesible universalmente. De esta forma, conseguiría mos que todos partiéramos del mismo punto.
¿Cómo sociedad qué debemos hacer para conseguir la inclusión total en la sociedad de las personas con discapacidad?
Yo creo que debemos prestar atención al enfoque, porque muchas veces las vemos como personas pasivas, pero son personas que tienen mucho que ofrecer, y como sociedad nos estamos perdiendo a ese 10 % de la población. Ahora se los llena la boca con el tema de la diversidad, diciendo que los espacios diversos son mucho más ricos, pero eso lo debemos aplicar en el día a día. Además, necesitamos referencias. Por ejemplo, en el mundo de la política no se ve personas con discapacidad cuando es un 10 % de la población. Si tenemos una realidad que no se ve, socialmente no existe, sólo existe en los estamentos a lo que acude esa persona. En este sentido, queremos recalcar que tampoco estamos a favor de los superhéroes o superheroínas; no hace falta subir un 8.000 en silla de ruedas o siendo ciego para ser alguien. Todas las personas solamente por ser personas tenemos una dignidad.
¿El estigma social todavía pesa mucho?
Mucho. De momento todo está gestionado por personas y eso hace que se traslade el estigma a todos los ámbitos. Las empresas están gestionadas por personas, cada una con su propia visión de la discapacidad y eso hace que todo sea más difícil para las personas con discapacidad. Como sociedad vamos avanzando, despacito, pero vamos hacia adelante.
15 de junio: Día Mundial de Toma de Conciencia Contra el Abuso y Maltrato en la Vejez
Ainara Arregi
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 2006, el 15 de junio como Día Mundual de Toma de conciencia Contra el Abuso y el Maltrato en la Vejez, y desde entonces, se celebra anualmente este día en defensa de los derechos de las personas mayores. Con motivo de ello, en GIZADIBERRI hemos recogido el testimonio de personas mayores como Jesús Orbe y Ramón Urrutia, médico e ingeniero jubilados, respectivamente, que nos han acercado su visión sobre el maltrato a personas mayores y nos han comentado algunas pautas a seguir para combatir el maltrato.
Gizalde, Bizkaia Gara, Batekin
En Euskadi, la tradición solidaria ha perdurado a lo largo de los años, con un crecimiento constante de la participación en actividades voluntarias. Según datos recientes, más del 17 % de la población ha participado en alguna forma de voluntariado en el último año, lo que significa aproximadamente 320.872 personas, demostrando un compromiso sólido con la construcción de una sociedad más justa y equitativa.