Javier Galparsoro: “Europa no está unida, está reunida”

Ainara Arregi

Javier Galparsoro es el presidente de la ONG Cear Euskadi, organización que trabaja en la defensa y promoción de los Derechos Humanos y el desarrollo integral de las personas refugiadas, patriadas y migrantes con necesidad de protección internacional y/o en riesgo de exclusión social. Actualmente, CEAR es junto con la Cruz Roja, la encargada del primer acogimiento de refugiados que llegan a Euskadi.

¿Cuánto tiempo pueden permanecer los refugiados en las fronteras?
Todo lo que es una operación de trasladar 17.000 personas, que están en otros países, que hay que identificar, que hay que documentar, y que hay que traer, la cosa no va a estar simple, es un tema muy serio. Un país como el nuestro, en el año 2014, tuvo en total 5.947 solicitudes de asilo. O sea que si en un año hemos tenido menos de 6.000, ahora de repente nos estamos preparando para acoger a 17.000, para triplicar el número. Tenemos que triplicar todo: los dispositivos de acogida, el personal, y por supuesto que la ciudadanía se ponga las pilas. Eso es fundamental, que la gente no tiene ni idea de lo que es un refugiado. Tú sales a la calle y hablas con un político y están “cero patatero”, no tienen ni idea. Yo llevo 30 años viviéndolo.

¿Se puede negar el derecho a asilo a una persona?
No solamente se puede negar, sino que eso es lo habitual. Desde que tú pides asilo y hasta que se te resuelva, depende si es frontera o no. En frontera el procedimiento puede tardar unos 10 días. Tú dices que quieres pedir asilo, que nosotros llamamos técnicamente protección internacional, y se inicia un procedimiento con una serie de fases y al final hay una oficina que se llama OAR (Oficina de asilo y refugio del Ministerio de Interior) que en ese tiempo decide si tu caso puede ser admitido. Admitido es que lo voy a estudiar más a fondo. De momento mdas algunas pruebas de que puedes ser refugiada. Lo que no hay nunca es una concesión automática.

Y luego en el territorio, el proceso puede hasta 6 meses máximo. Según la práctica, ahora mismo está tardando hasta 5 años. Una cosa es la teoría y las leyes, y luego está el día a día. En la frontera si es verdad que los plazos evidentemente se cumplen, más que nada porque no puedes estar permanentemente retenido en un barco, en un avión o en una frontera. Pero en el territorio hay muchísima gente que está pidiendo asilo y tienen que esperar tantísimo tiempo.

¿Qué está pasando en la práctica?
Que como muchas personas no traen los documentos, o no traen las pruebas, o nosotros no les creemos, o ellos mismos no lo pueden expresar, el porcentaje de denegaciones es altísimo. Primero porque muchos no pasan la petición a trámite, ahí se nos quedan aproximadamente la mitad de la gente, y luego del 50% restante, el porcentaje es bajo, ahora hemos subido bastante en los últimos años, pero hemos llegado en el 2 o 3%, y eso no puede ser.

¿Y quién es el inmigrante? El que no tiene motivos de persecución, como podemos ser tú o yo, que un día decidimos que como no vivimos bien en este país, marcharnos a otro. Por motivos fundamentalmente económicos. Dicho de una manera un poco vulgar, el refugiado es una especie de inmigrante cualificado, por unos motivos muy justificados. El inmigrante viene más voluntariamente y al refugiado le echan.
El inmigrante viene documentado, con pasaporte, con visado, viene a estudiar, a trabajar, viene legal, el refugiado no, el refugiado viene en patera, en cayuco, jugándose la vida con niños, con mafias, el fin es complemente distinto, porque la necesidad aprieta.

Según los medios de comunicación, en los próximos meses Euskadi recibirá alrededor de 1.000 refugiados. ¿Es así?
Cuando en verano del 2015 se produjo la oleada, esta impresionante marea, que estamos viendo y viviendo día a día, de Hungría, Serbia, Grecia, Italia… Entonces Europa ha dicho esto se ha quedado muy corto, hay que subir el número, y Europa nos ha pedido a todos los países un mayor esfuerzo y a España ha pedido exactamente que acoja a 14.931 refugiados. Si sumamos esa cantidad a los 2.789 anteriores, llegamos a casi 17.000 refugiados. De esos 17.000 Euskadi está diciendo que por nuestras características, por nuestra capacidad, por nuestra trayectoria, podríamos comprometernos a acoger en torno a 1.000, pero no sabemos si van a ser 1.100 o 900, o si esto sigue en aumento, y a España en vez de 17.000 se le pide que acoja a 34.000, pues quizás Euskadi tenga que recibir 2.000. Pero si es verdad que a día de hoy, la cifra que está manejando el Gobierno vasco es entorno 1.000. Pero luego viene la segunda parte, y es que hay que redistribuir.

¿Hay medios suficientes para acoger a todos estos refugiados? 
Sí, porque Europa tiene dinero. Europa ha dicho que tenemos exactamente 780 millones de euros destinado a los Estados miembros. Que van a crear un fondo fiduciario de 1.800 millones de euros para ayudar a atacar las causas intrínsecas de la migración en África.

Dinero, sí que hay dinero, más luego el de las Comunidades Autónomas. Creemos afortunadamente que esta operación no va a ser un problema económico, sino que un cambio radical en la acogida de refugiados. Otra cosa que no sabemos es cómo va a venir toda esta gente, no sabemos con qué documentación van a venir: son refugiados y ya tienen reconocido el estatuto, van a pedirlo aquí, van a pedir otra cosa distinta al asilo… Se está pensando también en lo que se llama “terceras vías”, una especie de estatuto humanitario o lo que se llama una figura de desplazamiento temporal. Todo es muy complejo.

¿Parece que hasta que no vimos la imagen del niño ahogado en la la playa no se removieron conciencias, ni de políticos ni de ciudadanos?
Con una profunda tristeza, no exenta de indignación, yo he descubierto muchas Aylanes. Los que he visto, y los que no he visto. Este niño se parecía a los hijos de Rajoy, de Merkel, y a los de Viktor Orman, y a los de Renzi, y a los de todos los listos que ahora descubren a los refugiados y se conmueven.

Hay 60 millones de refugiados. ¿De qué nos quejamos cuando tocan a nuestra puerta? Como se pongan los 60 millones de rumbo a Europa, entonces sí que nos vamos a crujir. Nos tendremos que poner las pilas pero de alto voltaje. Eso es lo que nosotros desde CEAR llevamos diciendo desde hace años. Hay 60 millones de refugiados en este mundo, uno de cada 120 habitantes. ¿Qué ha ocurrido ahora?

Que han llamado a la puerta. Hasta ahora veíamos que estaban en Ruanda, en los campos de refugiados de Palestina, Venezuela ahora no admite a los colombianos, y ahora de repente están en Europa. Es igual que llegues de África o de Europa, tú cuando llegas a Europa pones el mecanismo de asilo en marcha. Y claro ahora de Grecia han pasado, a Hungría, y de Hungría a Serbia, y de Serbia a Alemania, y entonces dicen “Aquí estoy”. Y entonces ¿tú que dices Europa? ¿Que todo es lo que has dicho lo vas a aplicar? ¿O vamos a poner ahora listas, vallas, visados, barreras, pinchos?. Pues ésta es la clave y la pregunta que nosotros nos hacemos: ¿cómo va a responder Europa antes esta situación?

Esto es una marea. Ya han salido 4 millones de Sirios del país, 4 millones de personas entre los 60 millones posibles refugiados, que pueden llamar a la puerta. Por lo tanto yo creo que estamos ante un tema de una gravedad, de una envergadura, esto va a ser realmente la prueba de hasta dónde va a llegar Europa. Si Europa en este momento no es capaz de dar una respuesta solidaria, no existe la Unión Europea, existe la Reunión Europea.

¿Y mientras tanto el refugiado? Él no está reunido, él se está muriendo, está pasando frío. Junker decía que llega el invierno, y es el norte y centro, y es la Europa fría. Esta gente no puede morir de frio, mientras vosotros os reunís tranquilamente.

Durante todo este proceso y tiempo se ha hablado de la llegada de refugiados como si fuera una subasta.¿Qué opina usted sobre esto? 
¿Habéis visto el vídeo que hemos hecho en Cear sobre el tema de los refugiados? Tomaros 2 minutos, que merece la pena verlo. Este es un documento que ha dado la vuelta al mundo, en el buen sentido de la palabra.

Cada uno que se mira así mismo y que diga con sinceridad lo que haría: ¿Tú en su lugar que hubieras hecho? Tú no eres una refugiada por que vives en paz y libertad, y yo también, tú y yo nos vamos de viaje documentados. Hay que recordárselo a la ciudadanía, que estamos en una situación extrema y que toda esta gente tiene un derecho, todo esto no es un concesión gratuita, esto no es un favor que hacer Merkel y Rajoy, no, no, esto mucho más serio, esto es compromiso con la leyes europeas y si no las queremos cumplir a casa todos.

El mundo que acepto este Convenio se comprometió oficialmente a acoger a 60 millones de personas. Todo lo que pongan serán excusas, explicaciones, pero esto no es como los inmigrantes. Al inmigrante que viene a trabajar si tenemos argumentos para no dejarle entrar, para no dejarle que se queda o para que no pueda trabajar. Al refugiado no.

Testua: Ainara Arregi – @AinaraArregi