LLUIS ROSELL: "La vinculación es la clave entre los usuarios y sus familias”

Saioa Baleztena

En materia de servicios residenciales Catalunya cuenta, sin duda, con una experiencia pionera. Se trata de las Cases d’Infants, un servicio residencial de carácter temporal para niños y jóvenes de entre 3 y 18 años,, que se encuentran en situación de riesgo o desamparo. Para conocer el proyecto de primera mano, el director adjunto de FASI nos recibe en una de las residencias que tiene el proyecto en la ciudad de Barcelona.

¿Cuándo y cómo nacen las Cases d’Infants?
La FASI, que implementa el proyecto Cases d’Infants nace en el año 2009 y crece como una fundación con proyectos de innovación en materia de atención de niños,  adolescentes y familias en riesgo de exclusión social. Entre 2009 y 2010 comenzamos a crear este conocimiento para dar respuesta al encargo que recibimos desde la administración pública. Actualmente todavía estamos en fase de proyecto, aunque estamos a punto de entrar en la cartera de servicios. Somos un proyecto piloto que cuenta con 5 años de trayectoria.

¿Os basasteis en alguna experiencia?
En realidad, nacimos picando de diversas experiencias de Europa y América del Sur, concretamente de Uruguay. Se analizaron, por tanto, todas las experiencias que ya existían y se estudió cuál era el cambio de mirada que se debía hacer, sobre todo, atacando el concepto de prevención.

¿Cuál es el perfil de los niños y jóvenes que acceder a vuestro servicio?
Las Cases d’Infants acogen a infantes y adolescentes en situación de riesgo o desamparo que acepten incorporarse al proyecto de forma voluntaria. De manera preferente atendemos a los infantes, especialmente grupos de hermanos, que tienen un pronóstico de recuperación alto que residen en el mismo municipio de la ubicación de la Cases d’Infants. Entendiendo por pronóstico alto de recuperación cuando los elementos que generan la intervención por parte de los profesionales tienen una previsión de resolución a corto plazo.

¿Cuáles son los servicios que ofrecéis?
Diseñamos una intervención adaptada a las necesidades de las familias y vinculada directamente al plan de mejora establecido con los servicios sociales. Recuperamos las capacidades de los progenitores para facilitar una mejora en el estilo de comunicación de la familia.

¿Cómo llegan las familias, por tanto, a vuestro proyecto?
Las Cases d’Infants no son abiertas a todo el público sino que han de venir derivados a través de la administración, desde servicios básicos detectan el perfil de los niños que más necesidades tienen y los derivan. Nuestro servició, creó una comisión de designación de casos que consta de un equipo de trabajo  que estudian el caso, hacen propuestas, y deciden qué intervenciones se han de hacer con aquellas familias.

¿Cuál es la duración de la intervención?
Marcamos 12 meses de intervención para la recuperación, nos podemos extender hasta 18 con una prórroga de de seis meses respecto a lo previsto inicialmente, pero no más. Es cierto, que en función de los perfiles siempre hay algunos casos de excepcionalidad que se pactan con la comisión de designación para alargar el periodo. Pero siempre, ha de estar pactado con este departamento.

Una de las características más relevantes del proyecto es la participación de los progenitores en el día a día de los niños.
Sí, esta es la esencia de las Cases d’Infants. Está comprobado que con el trabajo que hacemos de prevención y vinculación con los progenitores, en muchos casos la separación total de la familia y los niños se puede evitar.  Para ello, contamos con la figura de la trabajadora social, que es una figura clave para hacer el seguimiento de las dinámicas de las casas. Tenemos un sistema diseñado para que los padres sean partícipes de la convivencia de la casa, con unas pautas y horarios preestablecidos, ya que la vinculación es la clave entre los usuarios y sus familias. En definitiva, las Cases d’Infants nace para dar respuesta al derecho básico de los niños y adolescentes, de estar con sus familias.